miércoles, 15 de agosto de 2012

Una charla sobre Manuel Moreno Rivas

El Profr. Benigno Corrales, maestro de ceremonia, conduce el programa de la charla sobre don Manuel Moreno Rivas, en la que participaron, sentados, Cenobio Valdez, don Lorenzo Valdez, José Ángel Sánchez y José Armando Infante.


Con motivo del décimo aniversario luctuoso, el pasado 9 de julio de 2012, la Comisión de Historia y Cultura de Los Mochis organizó una charla en torno a la figura y la personalidad de don Manuel Moreno Rivas, destacado periodista e investigador histórico, quien fundó el periódico El Debate, además de ser el presidente fundador de la Comhiscu.

Los participantes

                 En la plática, celebrada en el Museo Regional del Valle del Fuerte, participaron los destacados periodistas don Lorenzo Valdez, José Ángel Sánchez y Cenobio Valdez, además de José Armando Infante, actual presidente de la Comhiscu y cronista de la ciudad.

Don Manuel Moreno Rivas.
La presentación del programa corrió a cargo del Profr. Simón Varela Valenzuela, quien resaltó la figura de don Manuel. Por su parte, José Armando Infante hizo un recordatorio de cómo hace 10 años tuvimos que lamentar la pérdida de Moreno Rivas, y pidió a don Lorenzo Valdez que nos compartiera algunos momentos memorables de su relación con don Manuel.

Don Lorenzo Valdez recuerda a Moreno Rivas

Don Lorenzo recordó cómo conoció a don Manuel. “Llegué como alumno al Centro Escolar del Noroeste, donde Manuel Moreno Rivas era maestro. Era muy guasón con los alumnos. Una de las bromas que hacía era preguntarle a algún alumno: ¿fuiste?, y el muchacho tratando de eludir alguna culpa o responsabilidad de quizás algún problema, decía ¡no, yo no fui! Manuel volvía con él y le insistía: te digo que si fuiste. Y el alumno se defendía: ¡yo qué…! Y finalmente Manuel le decía Te digo que si fuiste a tu casa. Ah, sí. Sí fui.

Don Lorenzo Valdez.

Uno de los muchachos que ya tenía tiempo ahí en la escuela del cerro me alertó de esto así que cuando me preguntó ¿fuiste?, yo le contesté Sí, sí fui. Ah, qué bueno, dijo y ahí quedó todo lo de la broma conmigo.

Manuel venía de Culiacán, y entró como maestro con el Profr. Conrado Espinosa. Desde la casona del cerro donde vivió un tiempo, él escuchaba noticias en un radio de onda corta, sobre todo de San Francisco. Como eran los tiempos de la guerra, todos querían saber lo que pasaba en el frente de guerra. Y empezó a trabajar en un noticiero en la radio, en la XEOX, y luego en Las Noticias del Güero Cano. Ahí empezó a tener problemas por algunos artículos que escribía, porque el Güero no quería tener problemas, y se vio en la necesidad de hacer otro medio para darle cauce a sus inquietudes.
En 1941 inicia don Manuel El Debate
después de su inicio en el periódico
Las Noticias, de Alfonso "El Güero" Cano. 

Los inicios de El Debate

Después lo ayudaron e impulsaron para que pusiera su propia imprenta y fuera independiente. El primer local que tuvo El Debate estuvo por la Guerrero, entre las hoy calles de Hidalgo e Independencia, muy cerca de donde estaba la escuela 3. De ahí se cambió a un local en Ángel Flores y Obregón.

Los inicios de Lorenzo Valdez en El Debate

Ahí en El Debate, recuerda don Lorenzo Valdez, conocí lo que es un periódico y el periodismo.  El inicio de su colaboración en el periódico El Debate se dio cuando llegó buscando un anuncio aparecido en el diario.

En esa época Lorenzo tenía un comercio pequeño, contraesquina de Neto Akachi, atrás de La Violeta, y tenía mucho tiempo libre. Así que llegó, vio a doña Bertha Colunga, la esposa de don Manuel, y le preguntó por el anuncio que había aparecido en el diario. ¿Quieres trabajo? Ahí está Manuel; anda, salúdalo.



Y ahí lo encontró manipulando una máquina de fotograbado, con reloj en mano. Sin dejar de tomar el tiempo y accionar el aparato, don Manuel le dijo a Lorenzo que a partir de entonces él haría ese trabajo.
Yo no sabía nada de eso, así que le expresé mis dudas, pero él insistió en que yo hará bien ese trabajo. Manuel tuvo  más fe en mí que yo mismo.

Ése fue el principio de su colaboración con el periódico, y más tarde llegaría a ser el director del rotativo.

José Ángel Sánchez recuerda a don Manuel Moreno Rivas.
José Ángel Sánchez y don Manuel

José Ángel Sánchez, quien también trabajó en el periódico El Debate con don Manuel, afirmó que fue un hombre que ejerció el periodismo de manera valiente y honesta, y alabó la iniciativa de la Comisión de Historia y Cultura de Los Mochis por difundir la personalidad de quienes representan valores destacados en nuestra comunidad.

A don Manuel lo conocía porque fue padrino de bautizo de uno de mis hermanos y por tanto compadre de mi papá. Yo estudiaba en la Academia Comercial Webster, del hermano de don Manuel, Profr. Óscar Moreno Rivas, y dijo que necesitaba alguien para ayudarlo en el periódico, en cosas de administración y papeleo.

Periodismo con valor y con valores

Ahí también me inicié en el periodismo. Cierto día, durante la campaña para la presidencia municipal que hacía Rolf Hampl, me encontraba en el periódico y hasta allá llegó alguien diciendo que unos policías estaban golpeando a una persona. No había nadie que cubriera esa información, así que agarré una cámara Retinette. Muy cerca de ahí, en el boulevard Rosendo G. Castro, alguien había gritado algo a favor de Rolf y los policías la había agarrado contra él, golpeándolo. Cuando llegué y me vieron con la cámara, también se fueron contra mí, me detuvieron y me quería llevar a la cárcel. Alguien le avisó a don Manuel y éste llegó hecho una furia. Se enfrentó a Wilfrido Sánchez Cázarez, quien era el de la policía, y le dijo que si quería detener a alguien que lo detuviera a él. Por supuesto que los dos nos regresamos al periódico, pero don Manuel me dijo: Vas a ver, vas a tomarle fotos a este tipo en la cárcel, atrás de las rejas. Y así fue. Se presentó denuncia y el caso culminó en la detención de esta persona.

Así era don Manuel. A todos nos enseñaba que en el periodismo había que trabajar con valor y con valores.

Don Manuel y las innovaciones tecnológicas

Pero don Manuel en El Debate supo darles a los lectores todo aquello que querían. Se preocupaba por introducir las innovaciones tecnológicas del periodismo. El Debate fue el cuarto periódico a nivel nacional en contar con maquinaria offset, que era el tipo de impresión en frío. Al poco tiempo, uno o dos años, se abrió la plaza de Culiacán. El sistema caliente que se tenía fue el que se envió a Culiacán. En 1983 estaba por abrir el periódico Noroeste en Culiacán y se anunciaba que traía maquinaria offset. Pero en El Debate de Los Mochis fue el primer periódico que aquí en Sinaloa utilizó este sistema.


Innovador en el periodismo, don Manuel introdujo
el sistema offset en el periódico El Debate,
siendo el primero en Sinaloa y el cuarto
a nivel nacional.
Herberto Sinagawa Montoya en su libro Sinaloa, historia y destino dice que fue Noroeste el primer medio en utilizar el sistema offset, pero no, fue El Debate aquí en Los Mochis.

Don Manuel Moreno fue un innovador en el periodismo en todos los aspectos. A él se le ocurrió utilizar carritos de sonido. Compró un equipo, lo instaló en un vehículo y muy temprano se grababa el spot en una cinta. Se anunciaban las noticias más relevantes y llamaba la atención de la gente para que comprara el periódico. Que yo sepa no se utilizaba ese sistema de publicidad en otras partes del país, aunque ya después sí lo utilizaron también. Aquí en Los Mochis se inicia como idea de don Manuel.

Los anónimos

José Ángel Sánchez recuerda que don Manuel tenía fama de ser muy enérgico, muy corajudo, de ahí el apodo que le daban de Moreno Rabias. Pero también era muy bromista. Un día aparecieron unos anónimos en contra de él y se armó un revuelo grande. Había amenazas de muerte y toda la cosa. Hasta la policía se movilizó. Don Manuel nos traía de que por allá se encontraron, e íbamos para allá; que por acá también, y acá veníamos. Dizque investigando de dónde venían los anónimos. Ya fijándome, me di cuenta que los mentados anónimos estaban hechos en papel periódico y que la tinta también era de la que se utilizaba para la impresión. Y buscando encontré que ahí mismo en el periódico se hacía, y salió a relucir la verdad de que era el propio don Manuel el que hacía los anónimos. “Era para ver cómo reaccionaban”, decía don Manuel riéndose.

El piloto

A don Manuel le gustaba pilotear aviones. Había aprendido y él mismo volaba para ir a Culiacán o Mazatlán. A varios les hizo una broma cuando volaban, como al general Octavio A. Serrano. Sin que éste se diera cuenta, apagaba el avión y haciéndose el sorprendido decía: “Se apagó el motor”. Es de imaginarse el susto del acompañante, que nomás decía ¡Planéele, planéele! Y luego lo volvía a encender y decía, “ya se compuso”. De ese tamaño eran las bromas de don Manuel.

Hombre generoso y discreto

Pero don Manuel también fue un hombre muy generoso y nunca buscaba darle publicidad a sus obras. En cierta ocasión, cuando trabajaba en Mazatlán, me encontraba comiendo cuando llegó Panchito Urías, lo acompañaba un muchacho al que me presentó. Y ya en la plática salió el tema de don Manuel Moreno Rivas. ¿Lo conoce?, me preguntó el muchacho. Le respondí y luego me dijo que don Manuel lo había becado para que estudiara y le pagó toda la carrera. Y como esas anécdotas, hay muchas, porque don Manuel siempre ayudaba a la gente.

Apasionado de la historia

Don Manuel siempre fue un apasionado de la historia. Le interesaba mucho todo lo de Owen y los colonos que llegaron aquí; la historia de la ciudad. Él mismo contaba con negativos, de esos en placas de vidrio, de las fotografías de los colonos de Topolobampo. Después esas fotografías aparecieron en su libro de Socialismo en Topolobampo.

Reconocimiento

En Tucsón, Arizona, el gobierno de los estados Unidos le otorgó el Premio de Buena Voluntad Internacional, entre otras distinciones que obtuvo.

Ya retirado de El Debate, después de venderlo, él se dedicó a impartir conferencias, lo mismo aquí que en el extranjero.

Don Manuel y el valor de la amistad

Por su parte, Cenobio Valdez afirmó que conoció a don Manuel en 1964, pero que fue dos años después, precisamente en el 25 aniversario del periódico El Debate, que entabló amistad con el periodista, y ésta se estrechó aún más cuando cinco años después le tocó ser corresponsal del periódico en la ciudad de Guasave.

Don Manuel, recuerda Cenobio Valdez, en lo profesional siempre fue abierto a la crítica constructiva, y atendía las recomendaciones. En la labor, don Manuel daba su máximo esfuerzo, pero también lo exigía de sus colaboradores.

Tenía fama de ser muy exigente, pero en lo personal no era rencoroso, tenía en un sitial el valor de amistad.

Hombre de la radio

En la oportunidad de hablar acerca de algunos aspectos de la vida de don Manuel Moreno Rivas, nos dimos a la tarea de hablar de dos etapas: la primera, como hombre de la radio. Ahí destacamos cómo fue que se hizo de un radio de onda corta, que el profesor Conrado Espinoza tenía arrumbado y no servías. Él lo revisó, le movió dos tres alambritos y lo hizo funcionar. Buscando encontró alguna estación de San Francisco en la que escuchaba las noticias de la guerra mundial. Para ello le sirvió su completo dominio del idioma inglés, pues había vivido en los Estados Unidos algunos años.

Lo curioso es que las noticias que él captaba en aquel pequeño radio, no las conoceríamos sino hasta dos o tres días después, cuando se publicaban en los periódicos de la ciudad de México, y luego para que llegaran esas publicaciones a Los Mochis.

Así que comenzó a trabajar en la radio que acaba de abrir (había iniciado sus transmisiones públicas el 26 de noviembre de 1939) Felipe García de León, al que le decían Felipón, porque era un hombre grande y corpulento. Don Manuel había sido padrino de bodas de Felipón, así que lo invitó a colaborar a la radio como locutor y en un programa de noticias en donde daba a conocer la información que obtenía del radio de onda corta.

Don Manuel, como locutor, también se distinguió, pues todos los locutores que participaban eran improvisados y no tenían buena dicción. En cambio, don Manuel leía y hablaba con propiedad y modulación.

Así que además de locutor, también cantaba, y según dicen, no lo hacía tan mal. Incluso hacía dueto con Lenny Ovies, quien también trabajaba en la XEOX, desde barrer las instalaciones hasta ponerse al frente del micrófono y cantar.


El baile imaginario

Uno de los programas destacados que tuvo don Manuel era “El baile Imaginario”, en donde ponía a bailar con la imaginación a los jóvenes de aquella época. Don Manuel contaba un sinfín de detalles y no sólo bailaban con sus parejas, sino las cambiaban, agregando comentarios que suscitaron no uno sino varios disgustos entre los enamorados por aquello que se decía en la radio. Todo era urdido por don Manuel, que hizo época con ese programa en la XEOX.

La Comisión de Historia y Cultura de Los Mochis

Otro de los aspectos de la vida de don Manuel que pudimos abundar en esta charla, fue el de su labor para la creación de la Comisión de Historia y Cultura de Los Mochis. Una de las preguntas que don Manuel se hacía y compartía con algunas personas, era cómo podía ser que la ciudad de Los Mochis, cuando ya se hablaba de la celebración de su centenario, todavía no tuviese una historia real, pues hasta entonces sólo prevalecían las discusiones y pleitos acerca del tema, sin llegar a conclusiones convincentes.

Desde 1998 se iniciaron una serie de reuniones tendientes a conformar un organismo ciudadano que se encargara de promover la investigación y la difusión de la historia regional. Muchas de esas reuniones fueron incluso en la casa de don Manuel, quien junto con doña Bertha fueron excelentes anfitriones para aquellas tertulias que dieron como fruto el nacimiento de la Comhiscu, como sería conocida después.

El 2 de julio de 1999, en un acto celebrado en el Museo Regional del Valle del Fuerte, el notario público Lic. Arturo Duarte García hizo la entrega formal de la escritura pública de la Comisión de Historia y Cultura de Los Mochis, cuyo primer presidente lo fue precisamente don Manuel Moreno Rivas.

Una charla generalizada

Familiares de don Manuel Moreno Rivas y público en general participaron
en la charla, compartiendo anécdotas de este destacado personaje del
periodismo en Sinaloa.
Al oír esta exposición, el público también participó compartiendo anécdotas y evocaciones del destacada periodista don Manuel Moreno Rivas, como el Profr. Carlos Ramón Cital, una sobrina de don Manuel presente en la charla, el Lic. Arturo Duarte, también ahí presente; Bernabé López Padilla y Úrsula y Bernardo Loose, quienes dieron testimonio de la gran valía de don Manuel como persona generosa y altruista.

Don Manuel reconoce la honestidad de Carlos Ramón García

Carlos Ramón García Ceceña,
dirigente de la SICAE, se convirtió
en el inicial blanco de los ataques de
El Debate, y años más tarde don Manuel
reconoció la honestidad y valía del
líder obrero y síndical.
A raíz de los comentarios vertidos durante la charla por José Ángel Sánchez acerca de  que  el  periódico  El Debate había nacido para enfrentar a  los cacicazgos, sobre todo el de la Sicae, Bernabé López Padilla recordó cómo en una etapa posterior, don Manuel Moreno Rivas hizo un público reconocimiento a su líder inicial, Carlos Ramón García Ceceña, como un hombre íntegro, y honesto a toda prueba.

También en el mismo sentido se expresó el Lic. Arturo Duarte, por cierto sobrino del líder obrero y campesino, quien rechazó el referirse a la Sicae como un cacicazgo, pues el propio don Manuel reconoció que había sido su error atacar a Carlos Ramón García, y en su momento había lamentado no haber tenido mayor cercanía con él.

¿Por qué se vendió El Debate?

Cenobio Valdez se refirió a una pregunta que hizo a don Manuel: ¿Por qué vendió el periódico? La respuesta que don Manuel le dio entonces fue: “Por una sencilla razón. Para que el periódico prevalezca, necesita relevo generacional.

Esa respuesta, sin embargo, no convenció a Cenobio y en otra ocasión le repitió la pregunta. Le  contestó algo similar. Doña Bertha le contestó por su parte: Es por las presiones, Manuel está recibiendo muchas presiones.

Doña Bertha Colunga de Moreno fue una
figura indiscutible para el sostenimiento
del periódico El Debate, pues supo mediar
entre el especial carácter de don Manuel
y los trabajadores con prudencia.
¿Por qué se vendió El Debate?, le preguntaron
a don Manuel; por el cambio generacional, decía.
Doña Bertha daba su versión: Manuel tiene muchas
presiones, dijo refiriéndose al gobierno estatal
de Alfonso G. Calderón y el federal de Luis
Echeverría Álvarez.
Se refería doña Bertha a que en el gobierno del estado estaba Alfonso G. Calderón y en la presidencia de la República estaba Luis Echeverría. Los dos, de alguna manera, se encargaban de fomentar o al menos tolerar las invasiones que había sobre los predios de propietarios agrícolas en Sinaloa y Sonora, lo que provocó encuentros incluso violentos.

El Debate se había pronunciado por la defensa de la propiedad privada y no se cansaba de criticar el proceder de estos gobiernos, así que a sus artículos y editoriales, pronto desde las esferas oficiales le respondieron con auditorías y otras presiones para que le bajara el tono de sus críticas.

Sabiendo que era muy difícil sortear estas dificultades, don Manuel decidió vender el periódico a unos agricultores del Grupo Corerepe, entre los que se encontraban Manuel Ruelas Vázquez, Guillermo Aguirre e Ildefonso Salido, entre otros.









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